Un jurado popular ha declarado este miércoles por mayoría culpable al acusado de provocar el suicidio de un menor de 17 años en Vila-real (Castellón) en 2016 tras hostigarle y chantajearle a través de mensajes de whatsapp. Tras el veredicto del jurado, el fiscal, que solicitaba de forma provisional 12 años de prisión para el acusado, ha elevado la petición de pena a 14 años al considerar el jurado que existe la agravente de superioridad.

Por su parte, la acusación particular ha demandado 15 años de cárcel para el procesado, mientras que la defensa ha pedido que se le impongan las penas mínimas y ha anunciado la intención de recurrir la sentencia. Tanto el ministerio público como la acusación particular han solicitado el inmediato ingreso en prisión del acusado, ya que, según ha explicado el fiscal, existe posible riesgo de fuga dada la gravedad de las penas que se le van a imponer. La defensa se ha opuesto a dicha petición.

Los miembros de jurado han considerado que las diligencias policiales practicadas fueron correctas porque se mantuvo la cadena de custodia del móvil del menor. Además, han dado como probado que la víctima indicó al acusado en varias ocasiones que era menor, le pidió disculpas y le advirtió de que se iba a suicidar.

El acusado sabía que quería quitarse la vida

A pesar de todo, según el jurado popular, el acusado mantuvo sus amenazas presionando al menor. Los miembros del jurado han señalado que, tras los mensajes de WhatsApp con el menor, el acusado era sabedor de la angustia que estaba provocándole.

Desde que el hombre, de 62 años, y el adolescente de 17, se conocieron por una página de contactos comenzó el chantaje: "Eres menor. Mejor para mí. Por meterte en una página para mayores". En tan solo tres horas le llegó a más de 100 mensajes como los siguientes: "Tengo toda la conversación en el otro teléfono"; "lo voy a publicar todo con tu número de teléfono" y "te voy a enseñar a no fastidiar. Que voy a por ti"

Las amenazas se alargaron durante 7 horas y hasta en 53 ocasiones, el joven le suplicó que parara. "Por favor, no lo hagas. Haré lo que quieras", escribía el chico que amenazó con quitarse la vida una decena de veces.

No obstante, el chantaje siguió: "¿Quieres saltar ahora? Si te suicidas dejarás el marrón a tus papás. No creas que con esto se acaba todo". A las pocas horas el joven se quitó la vida arrojándose por el patio de su casa.