Sus maletas iban a Alemania cargadas de ilusión y un contrato de trabajo a estrenar. Una empresa les había seleccionado para hacer un curso de alemán y trabajar como enfermeros en cuidados intensivos domiciliarios.

Pero una vez allí, sus funciones se extralimitan. Firmaron el contrato en Madrid y que ellos consideran que tenía cláusulas abusivas.

Discriminación que va más allá, porque cuando algunos quieren dejar el programa les reclaman una multa de hasta 6.000 euros en concepto de inversión. El problema afecta a una treintena de españoles que se sienten estafados por la necesidad de encontrar trabajo.

Algo que también defienden los sindicatos españoles. Nuestros enfermeros son de los profesionales mejor cualificados. De momento, la empresa ha dejado de ofertar el programa en su web.