Kilos de colillas se recogen a diario en las playas y otros tantos van directamente al mar, pero no sólo molesta este gesto incívico, sino que preocupa nuestra salud. Crecen las voces que piden que las playas se conviertan en espacios sin humo.

Más de 90.000 personas han firmado ya esta petición dirigida a la ministra de Sanidad. "Queremos desnormalizar el uso del tabaco, que las nuevas generaciones no lo vean como algo normal", explica Ubaldo Cuadrado, portavoz de 'nofumadores.org'.

Galicia con su iniciativa 'praias sen fume' es pionera en españa. Este verano 28 arenales de A Coruña, 15 de Lugo, 31 de Pontevedra y cinco de Ourense cuelgan un cartel que prohíbe fumar. Pero, bajamos a la playa de Silgar, en Sanxenxo, y a pesar de la prohibición, encontramos colillas y fumadores.

En Valencia, de momento, no se prohíbe pero hay voces que ya lo piden. En Andalucía la playa de Motril, en Granada, es la única que le planta cara a la nicotina. En el Puerto de Santa María, en Cádiz, creen que "deberían permitirlo siempre que la gente recoja las colillas".

Una colilla tarda hasta diez años en degradarse y el tabaco causa, según la Organización Mundial de la Salud, más de siete millones de muertes en un sólo año.