Hace dos años, Marcos vivía en la calle y pedía en el metro de Barcelona para sobrevivir. Así era su vida hasta que descubrió su talento: la poesía. Hoy tiene un hogar y sus poemas se venden en librerías. Marcos es un emprendedor sin techo.

"Es un proyecto en el cual nos enfocamos en las personas sin hogar que quieren contar su historia y salir de la calle enfocándose en su talento y su trabajo", explica Andrew Funk, presidente de Emprendedores sin Techo. Ellos les ayudan a encontrar ese trabajo. Todo empieza por una pregunta.

"¿Quieres estar en la calle? La pregunta después es: ¿qué necesitas?", detalla Funk. A partir de ahí, reconstruyen toda una vida. Andre es ahora masajista, y Vincent enseña inglés. Otros lo intentan con la música. Nadie sabe lo que tuvo que pasar Raúl: seis meses durmiendo en la calle ante la indiferencia de todos.

"Te puedes ver muy mal de ánimo, sobre todo. La gente no te ayuda", relata Raúl, cuyo objetivo ahora es grabar un disco y cantar en el tablao de Tarragona. Cuando lo consiga, el único requisito es que se comprometa a donar el 10% de sus beneficios para ayudar a otros compañeros, como Jesy. Ella quiere ser escritora.

"Me gusta la fantasía, es mi favorito y soy bastante buena", afirma la joven. Quién sabe, quizá se trate de la próxima JK Rowling. Lo importante es que, con techo o no, tenga la oportunidad de intentarlo.