Los huevos que arrancan
su etiquetado con el número 3 ya no se verán en las estanterías de algunos
supermercados franceses, a partir de 2025. Los espacios comerciales que han
dicho no a los huevos de gallinas criadas en jaulas apuestan por lo sostenible,
lo saludable y lo ético.
Preferirán vender huevos
etiquetados con el 0, que significa que provienen de gallinas criadas al aire
libre y con alimentación ecológica, los que llevan el código 1, de gallinas
criadas siempre al aire libre, o los del número dos que certifican que son
animales de suelo.
Lo cierto es que el 92%
de las gallinas ponedoras de España se crían en jaulas y estos huevos son los
que más compramos. La normativa europea lo permite siempre que midan al menos
750 centímetros cuadrados, 27 centímetros por cada lado.
Nuestro consumo de los
que conocemos como huevos camperos está muy por debajo de países como Francia,
Alemania, o Reino Unido. "Somos uno de los principales productores de gallina
de Europa y seguimos manteniendo unas jaulas que no respetan el bienestar de
los animales", afirma Silvia Barquero, presidenta de Pacma.
Los animalistas apuestan porque España siga los pasos de los supermercados franceses, aunque un huevo de gallina en libertad cueste un 33% más. Ya hay establecimientos comerciales de Estados Unidos que han comunicado que, en ocho años, tampoco los venderán.