De superación sabe mucho Hasán, un egipcio que ahora se ha convertido en un fornido rescatista del 'Aquarius' pero que estuvo a punto de morir, con sólo 13 años, en el Mediterráneo.

"Sólo recuerdo que una persona me sacó de la embarcación, que se hundía. Y acarreándome sobre sus hombros me alejó y puso a salvo", cuenta Hasán Alí sobre su experiencia.

Tras ponerle a salvo, esa persona se ahogó en un naufragio en el que en total hubo un centenar los muertos. Desde entonces supo que tenía que "devolver el favor". "Nadie tiene que morir en el mar", afirma.

Pero más allá de los rescates y la acogida, Hasán tiene un mensaje para políticos e instituciones: tan crucial o más que los rescates y la acogida es ayudar en los países de origen.

Otro caso es el de Christ Wamba, que ha pasado de casi morir en el mar intentando llegar a Europa y huyendo de una vida de hambre en África donde sólo podía cenar un vaso de agua, a malvivir después en un campo de refugiados de Lesbos y ahora, ser el nuevo fichaje de la liga griega de Baloncesto.