"La primera
sensación que tuve fue de alivio y de adormecimiento total. Pienso que es un
sentimiento que embarga a la mayoría de los estudiantes que logran un postgrado
después de terminar un gran examen o una tarea", dijo Bottomley, publica
la agencia local AAP.
El australiano se graduó
como doctor en filosofía el pasado martes en la Universidad Curtin, en el
estado de Australia Occidental, con una tesis sobre los métodos de cinco
educadores australianos progresistas del siglo XIX, trabajo que elaboró como
estudiante a tiempo parcial durante siete años.
Tras su logro académico,
Bottomley tiene previsto pasar más tiempo con su esposa Anne, de 68 años, y
seguir estudiando. "El increíble logro del doctor Bottomley muestra que la
edad no es una barrera para seguir estudiando y su graduación inspirará a
muchos", comentó por su lado la vicerectora de la Universidad Curtin,
Deborah Terry.