El paciente anoréxico "no se reconoce a sí mismo en el espejo, no habita su propio cuerpo, ve una máquina que no le sirve y que no le gusta", ha explicado en una entrevista la coordinadora del máster, la bailarina Heidrun Panhofer, y a través de la danza buscan "que 'rehabite' su propio cuerpo, que lo haga suyo de nuevo y que lo acepte como es".

"Algo muy similar ocurre en las personas que han sufrido abusos físicos o sexuales", ha dicho la experta, ya que "parece que han escapado de su propio cuerpo para sobrevivir a una situación traumática". A partir del movimiento armónico de la danza, estas personas "reconectan con su propio físico, se confrontan con el propio dolor y, poco a poco, lo reintegran", ha descrito la coordinadora.

La danza puede contribuir a "descubrir la compleja relación neuronal que existe entre los sistemas auditivos y motor", lo que "puede ayudar a desentrañar enfermedades como el párkinson", según Panhofer. Según la experta, también son "notables" los beneficios en el tratamiento de enfermedades como el alzhéimer o el retraso madurativo.

La danzaterapia también es útil para niños y adolescentes con discapacidades, trastornos del desarrollo, autismo o dificultades del aprendizaje, ha defendido la bailarina. Aquellos niños hiperactivos, agresivos, tímidos o distraídos que "prefieren expresarse mediante otras vías que no sean sólo la palabra" pueden utilizar la danza como vía de expresión.