Daniel insiste en que no pretendía ofender a nadie con la imagen: "¿Qué delito? ¿El de ofender a la religión? Si yo no he querido ofender a nadie, simplemente he subido una foto con mi cara".
Pero la hermandad no lo considera así, en la denuncia señalan que: "Con manifiesto desprecio y mofa de la misma, y con el propósito de ofender los sentimientos religiosos de sus miembros realizó una vergonzosa manipulación del rostro de dicha imagen".
Una opinión que el juez comparte al declararle culpable de un delito contra los sentimientos religiosos. "A mi se me acusa de burlarme de la religión, pues no estoy conforme", asegura Daniel.
Lo cierto es que hemos visto otros ejemplos en lo que al final se archivó la causa. Como el de Drag Shetlas tras su actuación en los Carnales.
Su condena o no depende únicamente de la opinión del juez. "En estos tipo delictivos hay que ser muy cauteloso, sobre todo con el derecho a la libertad de expresión y el derecho a crítica. Un juez siempre tiene que hacer primar dichos derechos fundamentales", explica el abogado Francisco Javier Saigner.
Se pretendía ocultar y ha conseguido el efecto contrario. Twitter se ha volcado haciendo lo mismo que Daniel. "A mi tan rápido me denuncian y ahora... ¿Qué va a pasar con todas esas personas? ¿Las dejan, a mi me absuelven o a ellas las denuncian? Algo tiene que pasar", añade Daniel.
Jesús Vázquez colgaba una imagen: él hace 18 años en una revista con una corona de espinas sobre la cabeza. No pasó absolutamente nada. Parece que en lugar de avanzar, estamos retrocediendo.