Con 4 metros de largo y 600 kilos de peso, el cocodrilo se había comido al menos una docena de perros y había atacado a un pescador, según explica el medio australiano '9News'.

Las autoridades, que veían al cocodrilo como un problema ya que podía acabar comiéndose a una persona, han logrado capturar finalmente al cocodrilo.

Tras darle caza lo han trasladado en bote hasta la ciudad de Darwin. Allí, antes de llevarlo a una granja especializada en este tipo de animales, el cocodrilo fue "encarcelado" en una celda.

Los vecinos de Wurrumiyanga, una comunidad indígena que habita en la Islas Tiví, al norte de Australia, llevaban un año atemorizados por el animal.

Ahora, el cocodrilo se encuentra en un gran espacio en Crocodylus Park y recibe alimento a diario. El responsable de la granja donde habita asegura que el cocodrilo vivirá durante al menos 50 años más.