Un cura estafador se enfrenta a hasta ocho años de prisión por casar a un muerto con su 'viuda' para que la mujer y su hija pudieran cobrar la herencia del difunto. El antiguo sacerdote, David Vargas, es un viejo conocido de la Justicia ya que fue detenido por múltiples estafas a ancianas a las que engatusaba para que le cedieran dinero, joyas, obras de arte y casas.

Según informan en 'Espejo Público', el "novio" murió en noviembre de 2008 sin haber otorgado testamento y sin haber formalizado su relación con Leonor, la cual se quedaba sin cobrar la herencia, que pasaba directamente a los dos sobrinos del finado. Así, la mujer planeó con el cura el falso enlace y la hija de la mujer firmó como testigo, aun sabiendo que el documento era falso.

Ahora, están acusados de delitos de falsedad documental y de estafa por este falso matrimonio en Bages (Barcelona). La fiscalía considera que Leonor y su hija, María Dolores, actuaron junto al párroco con "ánimo de enriquecimiento", de acuerdo con la información publicada en 'El País'. Así, si bien el finado murió en noviembre, el documento matrimonial establecía que se habían casado en julio de 2008. Este acta fue registrada en marzo de 2009 en el registro civil.

A partir de entonces Leonor se hizo con la vivienda habitual del fallecido, la mitad de otro inmueble, más de 55.000 euros en cuentas corrientes y un nicho en el cementerio municipal.

"Excura, facha y estafador de abuelas"

Definido por los Mossos como "excura, facha y estafador de abuelas", fue el párroco de la localidad de Sant Vicenç de Castellet, en Barcelona, hasta que fue expulsado del sacerdocio por unas fotografías suyas en actitud erótica con un joven desnudo.

A pesar de ello, él siguió fingiendo ser cura para engatusar a abuelitas y sisarles grandes cantidades de dinero y bienes. Su 'modus operandi' era claro: continuaba vistiendo de sacerdote y visitaba a ancianas en asilos para robarlas.

Los investigadores encontraron en uno de los pisos que puso a su nombre la friolera de 3,5 millones de euros en efectivo, numerosas joyas, obras de arte, lingotes de oro e incluso un arma de fuego. De hecho, preguntado por el juez sobre esa ingente cantidad de dinero, su respuesta fue del todo increíble: "Tengo buena mano para la inversión. Soy muy ahorrador".