La sombras grabadas durante el incendio del rascacielos Windsor dieron pie a especulaciones sobre el origen del fuego. 15 años después las dudas aún planean y hasta el juez del caso Villarejo ha reclamado unos documentos que apuntan a que el excomisario pudo encargarlo para destruir pruebas.
El edificio Windsor, entonces uno de los más altos de la capital con 106 metros de altura, comenzó a arder sobre las once de la noche del 12 de febrero de 2005, cuando dentro había solo dos personas que fueron desalojadas, según la versión que quedó acreditada en el juicio. Las llamas comenzaron en la planta 21, ocupada por la empresa Deloitte, y se expandieron tan virulentamente que tras varias horas tratando de apagarlas los bomberos dieron por perdido el edificio, que acabó devorado por las llamas.
El 31 de enero de 2006 el Juzgado de Instrucción 28 de Madrid sobreseyó el caso al no apreciar responsabilidad penal, detallando que únicamente se pudo determinar un foco del fuego, situado en un despacho de la planta 21 que era la dependencia de una empleada de Deloitte, fumadora, que estuvo allí hasta poco antes de sonar la alarma.
Fantasmas, bomberos o reflejos del fuego... las hipótesis sobre las sombras
Ella dijo que había apagado todos los cigarros convenientemente y el magistrado la exoneró de responsabilidad. Sobre las imágenes grabadas por un vecino de la zona a las 03:30 horas, dos horas después de que los bomberos abandonaran el edificio al existir riesgo estructural, el juez detalla que la ventana en la que aparecen las sombras con figura humana se puede ubicar en la planta 12.
"Las sombras que aparecen no son producidas por un reflejo proveniente del exterior", según el juez, que añade que, "aunque se pudiera admitir la posibilidad de la presencia de personas en el interior del edificio" en ese momento, "no existe evidencia alguna de que ello pudiera haber tenido alguna incidencia" en la causa o propagación.
Varias fueron las hipótesis que circularon sobre los "fantasmas" que aparecían en ese vídeo casero: reflejos de otros edificios, personas que habían entrado para recuperar algo o bomberos, aunque esto último fue negado por los profesionales y verificado.
Los documentos lo vincularon a un encargo
Precisamente, cuando se cumplieron 14 años del incendio, el 12 de febrero de 2019, el juez del caso Villarejo en la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, reclamó al periódico digital Moncloa.comlos documentos que publicó sobre el incendio del Windsor y que lo vinculan a un encargo al excomisario para destruir pruebas comprometedoras para el expresidente del BBVA Francisco González sobre FG Valores.
El excomisario negó en ese momento tener relación con el incendio y aseguró que es "rotundamente falso" que se le hiciera "algún tipo de encargo, de entidad alguna o de persona alguna, para sustraer o destruir físicamente documentos albergados en el edificio". Sobre las cenizas del Windsor se levantó en los años siguientes la gran torre acristalada que alberga desde 2011 un centro de 'El Corte Inglés'.
Por su parte Deloitte, que ocupaba en 2005 buena parte del rascacielos reducido a cenizas, continuó su trabajo en lugares provisionales, como sedes de sus clientes, hasta que se trasladó a la cercana Torre Picasso, desde hoy sus trabajadores pueden ver lo que fue la antigua sede.
Los miembros de la auditoría y consultoría que vivieron aquel siniestro hablan de "orgullo de empresa" y de "cómo prevaleció el factor humano" en aquel difícil momento, en el que se logró seguir dando servicio al cliente, lo que se estudia en algunas escuelas de negocios como ejemplo de éxito, han explicado fuentes de la auditoría y consultoría. Para los bomberos de Madrid también fue un punto de inflexión, por la magnitud del incendio y las lecciones que dejó.