Hoy se cumple un año de aquel momento imborrable para la historia: Araceli, de 96 años y residente en un centro de mayores, se convertía en la primera española en vacunarse contra el coronavirus en España y manifestaba el deseo de que el virus nos dejara en paz.

Su anhelo, que era el de todos, no ha acabado de cumplirse si se tiene en cuenta que España está inmersa en la sexta ola de la pandemia y que las familias están viviendo de nuevo las navidades en medio de récords de contagios e incertidumbre.

Precisamente en las residencias de ancianos, donde vacunaban a Araceli, el COVID sigue avanzando. Según reflejan los datos, en la última semana contabilizada del 13 al 19 de diciembre, han fallecido 29 personas (24 siete días antes) y hay 613 contagiados (392), aunque el incremento de la incidencia de la infección es menor que en el resto de la población.

Carmen Carbone, la enfermera que le administró a Araceli la vacuna, recuerda ese día con mucha ilusión. "Fue un día muy grande y en ese momento no fui consciente de la trascendencia que iba a tener la vacuna y de la ilusión que estábamos transmitiendo a todos los hogares", explica. "Cuando más me emocioné fue cuando vi llegar el vial, tan chiquitito", añade.

Lo cierto es que ya hay casi 38 millones de españoles con doble dosis de la vacuna, en torno al 80 % de la población, que los niños han iniciado el camino a la inmunización y que buena parte de los mayores de 60 años ya tiene puesta la dosis de refuerzo.

La vacuna, que no ha encontrado apenas detractores en España, ha salvado según los expertos unas 100.000 vidas y ha evitado que los contagios no se traduzcan en hospitalizaciones y muertes.

Porque aunque su efectividad disminuye de forma progresiva con los meses, a día de hoy en todas las edades la protección sigue siendo alta, sobre todo en la prevención de la hospitalización, donde la reducción del riesgo para los vacunados está en torno al 90%.

Una vez demostrado que la inmunidad de grupo era una quimera, los expertos y el Gobierno ponen el foco en la necesidad de acelerar el proceso.

El nuevo objetivo es que el 80 % de la población entre 60-69 años esté vacunada con la tercera dosis antes de que finalice el año, entre los 50 y 59 años en la semana del 24 de enero, y los de entre 40 y 49 años en la primera semana de marzo.

Además, aspira a que en la semana del 7 de febrero el 70 % de los niños de 5 a 11 años tengan la primera dosis, y la segunda en la del 19 de abril.

Detrás del éxito de la campaña de vacunación española están los expertos en epidemiología, salud pública, atención primaria y enfermería, entre otros, con cuyos representantes ha hablado EFE sobre su trabajo en el año de la vacunación masiva.

"La llegada de la vacuna fue el claro más espléndido y luminoso del año. Esa imagen vacunando a doña Araceli fue profundamente emocionante y pasará a la historia sanitaria de nuestro país. El momento más oscuro es que, a pesar de que nos hemos convertido en el país con las coberturas más poderosas del mundo, nos hemos visto con una sexta ola que está pegando duro, muy duro, y que se va a traducir en un mes de enero muy complicado", resume el presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García Rojas.

García Rojas, que es uno de los expertos asesores de la estrategia de vacunación, confiesa que llega a final de año "muy cansado" y un tanto decepcionado porque los políticos pongan en la cesta de la vacunación "todos los huevos, o casi todos" de la lucha contra la covid.

No obstante, pone en valor que gracias a la vacunación masiva se han logrado mitigar no solo las muertes sino los procesos graves, aunque no la infección.

"Las vacunas funcionan pero llegan hasta donde llegan. Hay que poner el acento en el discurso preventivo que se ha ido perdiendo: mascarilla, distancia física, higiene y ventilación. Y también que las autoridades sanitarias tomen las medidas oportunas en los espacios cerrados donde confluimos muchas personas y nos quitamos la mascarilla", reclama.

El esfuerzo de los profesionales ha sido "tremendo" porque el sistema sanitario estaba "muy debilitado". "El ejercicio de sensibilidad de los profesionales de Salud Pública ha sido brillante. Hemos echado muchísimas más horas de las que podíamos y debíamos por responsabilidad pero eso ha ocasionado que estemos muy cansados, aunque dispuestos a seguir adelante".

El 2022 se incorporará la vacuna Novavax, de mucho potencial para los países en desarrollo -dice- a los que es urgente incorporar al proceso de vacunación.

"Esto se va a acabar, lo vamos a conseguir. Esta situación dramática va a terminar y vamos a intentar que sea más pronto que tarde", confía.