La primera cuidadora de la tía Isabel, que trabajó en casa de Luis Lorenzo y Arancha Palomino tan solo una semana en mayo de 2011, aseguró que el hijo en común de la pareja "agredía con patadas constantemente" a la anciana.

Se trata de su declaración ante la Guardia Civil, plasmada enel atestado policial que investiga el presunto asesinato a manos del actor y su mujer, al que ha tenido acceso laSexta.

La trabajadora aseguró que el hijo mayor de Arancha "se reía cuando agredían a Isabel" y que llegó a llamar la atención a Arancha para cesar la violencia, aunque a ésta "le daba igual".

Además de estos episodios, la cuidadora relata que su primera impresión de Arancha "fue muy mala" ya que era "una persona altiva y que le gustaba aparentar". Además, señala que "la casa estaba muy sucia y desordenada", hecha una "porquería".

"No la duchaban, no la cambiaban de ropa. Solo tenía una muda"

Ella asegura que cuando comenzó a trabajar se dio cuenta de que "Isabel estaba totalmente descuidada y sin higiene". Dice que "no la duchaban en casa" y que cuando intentó hacerlo en los baños, Arancha le dijo que "esos baños no podían ser utilizados por Isabel" porque le daba "asco" y la mandaba "a los baños del garaje".

Además, la acusada le decía que ella la ducharía por la noche, pero "cuando volvía al día siguiente no la habían duchado" ya que "tenía el pelo sucio": "No la cambiaban de ropa porque directamente solo tenía una muda".

La comida era otro de los grandes problemas en esa vivienda. "El frigorífico estaba vacío" y a pesar de que el contrato de la cuidadora requería que comiese en la casa no podía hacerlo y tenía que llevar su propia comida "y dar de comer a Isabel con sándwiches que traía", algo que le daba "mucha lástima".

"¿Para qué me han traído?", se preguntaba la propia Isabel, que según explica, decía constantemente que quería volver a su casa en Asturias.

La cuidadora califica a Arancha como una "víbora que desprende veneno" y asegura que "tiene la cabeza descolocada totalmente": "Estaba constantemente de broncas con Luis y los niños. No alimentaba bien a Isabel y le hablaba mal".

Sus días como cuidadora acabaron después de que la pareja le exigiese quedarse de interna un fin de semana completo porque ellos se iban de viaje, algo a lo que ella se negó porque "no eran las condiciones del contrato". Esto motivó, cuenta, que Arancha la "insultara" y la "amenazara". En total trabajó seis días y denuncia que nunca le pagaron nada.