Con la llegada de las altas temperaturas los entornos de playa y las piscinas son visitados con frecuencia, aunque los expertos alertan de la especial cautela que debe emplearse cuando son niños los que acuden a estos lugares.
"El ahogamiento infantil es una lacra de nuestra sociedad. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera un problema de salud pública que todavía está muy desatendido", advierte el especialista en seguridad acuática, Ramsés Martí.
El ahogamiento infantil es la segunda causa de muerte accidental en menores, y la cancelación de cursos de natación que se ha producido a causa de la pandemia puede tener efectos negativos. "Gracias a medidas como el aprendizaje de la natación, que llevan aparejados un aprendizaje de cómo comportarse no sólo dentro del agua, sino fuera y con seguridad, podríamos llegar a disminuir un 75% el ahogamiento de menores en nuestro país", asegura Ramsés Martí.
Más Noticias
- "Emiten diez veces más que un vuelo comercial": los jets privados, caros, muy malos para el planeta y libres de impuestos
- CCOO y UGT anuncian una huelga general en el sector del transporte por carretera
- El fin de la reducción del IVA a los productos básicos encarecerá 36 euros la cesta de la compra
- La concertada a precio de oro: más del 70% cobran cuotas obligatorias que pueden llegar a los 1.000 euros al mes
- Paralizan la obra de 116 pisos colmena de apenas 5m2 en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona)
Carlos Ronda, coordinador de Playas de Valencia, aconseja colocarse "cerca de una torre de vigilancia" cuando se acude a la playa con niños, así como "controlarlos en todo momento, porque se despistan con nada". Por su parte, Ramsés Martí recuerda la importancia de "no confiar nunca en dispositivos flotantes como manguitos, flotadores... Y nunca dejar que el niño interaccione solo en el medio acuático".
Pisos colmena
Paralizan la obra de 116 pisos colmena de apenas 5m2 en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona)
Muchas de las viviendas colmena proyectadas para los dos locales iban a situarse en el sótano y entre pasillos estrechísimos del edificio. Unas condiciones infrahumanas que habrían puesto en peligro, no solamente a los habitantes de las mismas, sino también a los bloques de alrededor.