El vertedero de Dos Aguas (Valencia) está siendo
inspeccionado este jueves en busca del cuerpo de Marta Calvo, la joven cuya
pista se perdió el pasado 7 de noviembre en Manuel y cuyo cuerpo pudo ser descuartizado,
de acuerdo a la versión del autor confeso del crimen.
Según han informado fuentes de la Entidad Metropolitana para
el Tratamiento de Residuos, responsables de la investigación acudieron a las
instalaciones del vertedero para preparar el dispositivo de búsqueda.
Estas pesquisas policiales tienen su origen en el relato del autor confeso del crimen de Marta Calvo, Jorge Ignacio, de 38 años, que declaró haber descuartizado a la víctima y haber arrojado los restos a varios contenedores de basura.
El trabajo que deberán realizar los trabajadores no es nada fácil y es que tendrán que desenterrar grandes cantidades de deshechos. Lo más difícil es la zona donde están los residuos que llegaron al depósito el 9 de noviembre (tras la desaparición de Calvo), que están sepultados con arcilla.
Se trata de unas instalaciones con capacidad para más de cinco millones de metros cúbicos, que reciben cerca de medio millón de toneladas de residuos urbanos al año procedentes de 45 municipios del área metropolitana de Valencia.
Según informa 'Las Provincias', cuando se consigan desenterrar estos residuos sólidos con retroexcavadoras, los guardias civiles deberán inspeccionar minuciosamente los deshechos en busca de algún resto humano. Este trabajo estará apoyado por un perro adiestrado para la búsqueda de cadáveres.
Los empleados del vertedero tienen localizada la zona donde podría estar el cuerpo de la joven ya que cada día apuntan la zona y fecha donde van los residuos. Las balas compactadas de basura pesan unos 2.000 kilos cada una. Tienen que desenterrarlas, deshacerlas y pasar el rastrillo para buscar los restos humanos.
La Guardia Civil ya buscó en la planta de Guadassuar
La Guardia Civil ya buscó en la planta de reciclaje de
Guadassuar (Valencia), donde van a parar los restos urbanos de varias
localidades de la comarca de La Ribera como Manuel, donde desapareció la
víctima, o el vecino municipio de Carcaixent, donde se entregó el acusado.
Los responsables de estas instalaciones de Guadassuar
explicaron que consideraban prácticamente imposible que los restos humanos no
hubiesen sido detectados, porque "cualquier pieza mayor de nueve centímetros
se detecta" y es muy frecuente que en los restos de basura se encuentren
patos, conejos u otros animales pequeños, que se separan de la cadena de
reciclaje.