A partir de 2020 en Madrid no podrán aparcar los coches de gasolina anteriores al año 2000, ni los diésel de antes de 2006. Una medida que se hará más restrictiva en 2025 cuando estos coches ya no podrán ni circular.
"Dan bastante tiempo a la gente para reaccionar. Hasta dentro de tres años no se prohíbe aparcar en el centro y hasta dentro de siete años no será cuando se les prohíba circular", explica David Navarro, jefe de digital de la revistar 'Car'.
Como Madrid, las principales ciudades europeas se blindan contra los malos humos del tráfico.
En Londres, Roma y Estocolmo, los vehículos que quieran entrar al centro urbano tienen que pagar una tasa. En Oslo los turismos diésel no pueden circular cuando hay altos niveles de contaminación; y en París también han vetado a los vehículos más contaminantes.
Todo para conseguir ciudades con un aire más respirable en el futuro. "El futuro es eléctrico, pero nadie sabe cuando será 100% eléctrico", apunta Adolfo Randulfe, director de comunicación de ANFAC.
Lo importante es que, como en Madrid, se vayan dando pasos hacia adelante.