Francisco Javier García, conocido como El Cuco y condenado por encubrir en 2009 el asesinato de Marta del Castillo, y a su madre, han sido condenados a dos años de prisión y una multa de ocho euros al día durante seis meses por un delito de falso testimonio al mentir en el juicio del caso Marta del Castillo celebrado en 2011.

En total deberán pagar una multa de alrededor de 1.440 euros y, de forma conjunta, una indemnización a los padres de la joven asesinada de 30.000 euros -15.000 euros a cada progenitor-.

Queda por ver si finalmente tendrán que ingresar en prisión, algo que dependerá de la valoración de la jueza. Es probable que El Cuco finalmente no acabe en la cárcel pues los antecedentes ocurridos durante su minoría de edad no computan.

La sentencia llega tras el juicio celebrado en su contra los pasados días 26 y 27 de mayo, en cuya primera sesión ambos reconocieron los hechos del escrito de acusación de la Fiscalía, aunque optaron por no contestar preguntas.

La abogada que representa a los padres de Marta del Castillo, Inmaculada Torres, avisó de que al reconocer de manera "genérica y abstracta" los hechos del escrito de acusación de la Fiscalía y no responder preguntas, los acusados incurrían en un "reconocimiento a medias, sin citar nada", con lo que vuelven a "burlarse de la Justicia" y la familia de la víctima.

Así, la abogada de los padres pedía al tribunal que deduzca testimonio contra el Cuco y su madre al "volver a incrementar su dolor" con su actitud, con la que habrían "ocultado los detalles necesarios para encontrar a Marta" pese a haber reconocido su "participación".

En cuanto a los informes finales, la fiscal consideraba acreditado que el cuco "mintió" cuando en 2011 testificó en el juicio contra los adultos que la tarde o noche del 24 de enero de 2009 no estuvo en el piso de la calle León XIII escena del crimen, considerando que "mintió para no perjudicarse a sí mismo", pese a que como testigo estaba "obligado a decir la verdad", sobre todo cuando ya estaba declarada "firme y notificada" la sentencia de la Audiencia de Sevilla que ratificaba su condena por encubrimiento a manos de un juzgado de menores, que de otro lado le absolvía de los delitos de agresión sexual y asesinato.