Según informa la policía autonómica catalana en un comunicado, a los cuatro detenidos, tres hombres de nacionalidad española y una mujer de origen georgiano, se les relaciona con 21 hechos, entre estafas, hurtos, robos y falsificación de documento mercantil.

En cuanto al modus operandi, los detenidos, de edades comprendidas entre los 34 y los 38 años, seleccionaban siempre víctimas de edad avanzada que vivían solas y, en ocasiones, con patologías cognitivas como Alzheimer o Parkinson.

Una vez dentro del domicilio, estafaban a sus víctimas después de simular revisiones del gas e intentaban robarles objetos de valor, sobre todo, joyas y dinero.

Los integrantes del grupo actuaban siempre de la misma manera y se repartían los roles delictivos, de manera que la mujer detenida hacía las funciones de operadora telefónica y concertaba citas con las víctimas simulando que trabajaba para alguna empresa de suministros con el pretexto de hacer las revisiones de mantenimiento periódicas.

En cuanto a los hombres detenidos, uno tenía la función de conductor, mientras que los otros eran los que visitaban el domicilio de las víctimas, y para no levantar sospechas llevaban ropa de trabajo con logos y emblemas propios de las empresas de suministro.