Una jueza del juzgado de Vélez-Málaga ha dado la razón a Ivana, una mujer de 48 años, y su marido la tendrá que indemnizar por los 25 años que le dedicó cuidando la familia y la casa. La pareja contrajo matrimonio el 23 de junio de 1995 y fue en 2020 cuando se produjo la separación. Tienen dos hijas en común, una de 19 y otra de 14 años. Las ha cuidado exclusivamente ella, al igual que se ha encargado de todas las tareas de casa. Ahora, la justicia dictamina que debe pagarle 204.624,86 euros, como "compensación por el trabajo doméstico realizado en el hogar, no retribuido".
"No pude desarrollar una carrera profesional. Entonces, claro, cuando llega el divorcio me veo totalmente desprovista de todo", ha asegurado Ivana Moral, que ha celebrado con un abrazo esta 'victoria' con su abogada en el despacho. Ivana vio crecer profesionalmente a su entonces pareja, pero ella dependía totalmente de él y nunca llegó a tener una tarjeta bancaria. Sin esa libertad económica, vivía "atada de pies y manos" y se mantuvo así durante años. Incluso, trabajó sin cobrar nada en los negocios de su marido, que tiene varios gimnasios en las provincias de Málaga y Jaén.
Cuando su matrimonio se rompió en 2020, Ivana se quedó sin nada. "Pienso, ¿ahora dónde voy?", dice. Le pesaban los años de dependencia económica de su marido que nunca quiso que trabajara..."Fue casarnos y al mes siguiente firmar una separación de bienes", explica la mujer.
Salario mínimo de los 25 años de matrimonio
Su abogada ha peleado cuánto valen esos 25 años en los que Ivana sacrificó su posible vida profesional para atender a su marido: 204.000 euros. Es el cálculo basado en el salario mínimo interprofesional durante esos años de matrimonio. "Tiene una cuantía muy superior a lo que existe hasta ahora. Seguramente, hay muchísimas personas que no saben que tienen esa posibilidad", explica su letrada, Marta Fuentes, del despacho Gentius Abogados.
Su batalla judicial comenzó en 2020 y ahora, dice, ya no está atada de pies y manos como lo estuvo durante años de casada. "Yo dependía de él, estaba muy sometida", señala Ivana. La norma existe desde hace décadas y en 2011 el Tribunal Supremo fijó doctrina sobre este asunto. Por tanto, las mujeres que se divorcian con separación de bienes deben ser compensadas por su pareja si su trabajo fue el del hogar.
Esta norma le ofrece a la mujer "una oportunidad de volverse a reinsertar en el mercado laboral", señala Inmaculada Poveda Mascarque, vocal de la Asociación de Mujeres juristas Themis. "Es difícil cuantificar el trabajo que ha desarrollado esa mujer", agrega. Así, lo que hacen los jueces, de forma habitual, es calcular cuánto habría cobrado según el salario mínimo, o tomando como referencia el sueldo de una empleada del hogar.