Cada año, en el mes de julio, Pamplona se viste de color rojo y blanco por San Fermín, las fiestas patronales de la capital navarra. Desde el tradicional Chupinazo, que da el pistoletazo de salida a los festejos, hasta que suena el "Pobre de mí" de despedida, las calles de la ciudad se convierten en un pequeño laberinto de encierros, con vallas de madera que fijan el recorrido de una (o más bien, ocho) de las carreras más interesantes pero también más peligrosas de las fiestas populares españolas.

Durante ocho días, de viernes a viernes en 2023, se celebran los tradicionalesencierros de San Fermín, en los que participan más de mil personas cada día e incluso más de 2.000 en los encierros que tienen lugar en fin de semana. Mientras centenas de mozos se preparan (y muchos de ellos, estudian para aprenderse el "A San Fermín pedimos..." de arranque de cada encierro), las ganaderías también preparan a los animales que participan en las carreras de los Sanfermines de 2023.

En contra de lo que se ve en la imagen que ilustra estas palabras, a los toros de los Sanfermines no se los puede tocar. Son sagrados. Y además, peligrosos. Algunas carreras suelen ser rápidas y limpias; otras se convierten en tortuosos minutos que acaban con un parte que incluye varios heridos por asta. Aunque las estadísticas apuntan a las diferentes tipologías de encierros, nunca se sabe. Al fin y al cabo, son animales.

¿Y cuánto de peligroso puede ser un toro? Lo cierto es que las normas de San Fermín son muy estrictas, aunque no todos las cumplen: la razón por la que no se puede tocar ni llamar a los animales durante el encierro es obvia. Nadie debe ponerse en peligro, ni a sí mismo ni al resto de corredores que participan en la carrera. Y el peso de los animales tiene mucho que ver.

Los toros de los encierros de Sanfermines rondan los 600 kilos, aunque obviamente depende del ejemplar. Este año, por ejemplo, participan toros que superan esta cifra (como Vistoso, de la ganadería de José Escolar, una ganadería que se enfrenta este año a su séptimo encierro). Concretamente los ocho ejemplares de esta ganadería pesan entre los 540 kilos el menos pesado, Toledano, a los 605 de Vistoso o Cartonero.

Además de los toros de los encierros, a Pamplona también viajan novillos de diferentes ganaderías, para ser lidiados en las novilladas con picadores. Los de Pincha de Lodosa, por ejemplo, tienen pesos que oscilan entre los 410 y los 460 kilos, mientras que los de Carmen Lorenzo Carrasco son más voluminosos, con pesos de entre los 485 y los 555 kilos.

Estas son todas las ganaderías que participan en los encierros de San Fermín en 2023:

  • 7 de julio (San Fermín): La Palmosilla
  • 8 de julio: José Escolar
  • 9 de julio: Cebada Gago
  • 10 de julio: Fuente Ymbro
  • 11 de julio: Núñez del Cubillo
  • 12 de julio: Jandilla
  • 13 de julio: Victoriano del Río Cortés
  • 14 de julio: Miura