Apagón histórico

¿Cuánto dura la comida en la nevera tras el apagón? Unas cuatro horas en el frigorífico y hasta 48 en el congelador

Los detalles
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición explica que a consecuencia del apagón eléctrico es posible que algunos alimentos se puedan estropear y haya que desecharlos. Así, aconseja evaluar cada alimento por separado siguiendo una serie de recomendaciones.

Imagen de archivo de un frigorífico lleno de alimentos
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La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha publicado este martes una serie de recomendaciones en relación con los alimentos almacenados en frigoríficos y congeladores después del apagón, entre los que destaca tirar aquellos alimentos perecederos como carne, pollo, pescado, huevos, leche, queso fresco o sobras si el corte de luz supera las 4 horas.

En el documento, recogido por Europa Press, la Agencia explica que a consecuencia del apagón eléctrico es posible que algunos alimentos se puedan estropear y haya que desecharlos. Así, aconseja evaluar cada alimento por separado siguiendo una serie de recomendaciones.

En primer lugar, "nunca" hay que probar un alimento para valorar si es seguro, ni confiar en el aspecto o el olor de la comida. "Lo importante es la temperatura a la que ha llegado cada tipo de alimento en función de la capacidad de conservación de su frigorífico. A mayor tiempo transcurrido sin electricidad, mayor riesgo de alcanzar una temperatura no recomendable", señala.

Habiendo evitado abrir las puertas del frigorífico o congelador durante el apagón y ante cortes de luz inferiores a 4 horas, la nevera puede mantener la temperatura de los alimentos por debajo de los 5ºC y, en principio, no sería necesario descartar ningún alimento a causa del apagón.

En cambio, en el caso de que el suministro de luz se haya interrumpido más de 4 horas, sí es posible que se haya superado la temperatura de los 5ºC y hay que tirar aquellos alimentos perecederos como carne, pollo, pescado, huevos, leche o queso fresco o sobras.

"Debe tener presente que estos alimentos perecederos que pueden deteriorarse al no haberse conservado refrigerados o congelados de manera adecuada pueden causar enfermedades al ser consumidos, aunque los cocine a las temperaturas adecuadas", avisa la AESAN. Además, la Agencia aclara que pueden ser el origen de la contaminación cruzada de otros alimentos.

Respecto a las frutas y las verduras enteras, detalla que pueden mantenerse a temperaturas superiores, por lo que pueden consumirse si mantienen las condiciones de frescura y siguiendo las recomendaciones para su lavado habituales. En el caso de las frutas y verduras cortadas o ensaladas preparadas deberán tirarse, al igual que sucede con los alimentos perecederos.

Algunos alimentos no perecederos, como refrescos, conservas, bebidas alcohólicas o chocolate, suelen almacenarse en el frigorífico de manera habitual, aunque no lo necesitan. Estos productos pueden mantenerse en perfectas condiciones fuera del frío y consumirse sin ningún inconveniente.

Los congeladores pueden mantener la temperatura de congelación al menos de 24 a 48 horas, si no se abren las puertas. Los alimentos se pueden volver a congelar si no se han descongelado completamente (mantienen cristales de hielo en su superficie, dureza y sensación de frío).

En las zonas donde el corte de luz pueda durar más de 24 horas, es importante comprobar que los alimentos no se hayan descongelado completamente, en cuyo caso, se pueden volver a congelar. Si no se hubiesen descongelado, y siempre y cuando la temperatura no haya superado los 5ºC (deben mantenerse fríos), se podrían consumir en el día. "Si no se tiene claro cuanto tiempo han estado descongelados, los alimentos deben descartarse, en particular si no están fríos al tacto", aconseja.