La estrategia de polarización de Daesh suena tan lógica como retorcida. Son conscientes de que su objetivo tiene que ser la radicalización de los musulmanes de occidente para extender el yihadismo más allá de las fronteras físicas dominadas por ISIS. Su intención es eliminar las opiniones intermedias en torno a la 'guerra santa' que lleva a cabo Daesh: no hay sitio para "los grises".

Ellos mismos se exponen a presentarse como héroes o villanos pero no dejan lugar a medias tintas. O estás con ellos o contra ellos. El fanatismo de Daesh se considera "salvador" ante los "infieles" practicantes de cualquier otra religión que se aleje de los preceptos del Islam. 'Dabiq', la revista de propaganda de Daesh, explicaba este plan de polarización en un artículo titulado precisamente 'La extinción de la zona gris'.

“Los musulmanes en Occidente se encontrarán rápidamente entre una de dos opciones: o apostatan y adoptan la religión -infiel- propagada por Bush, Obama, Blair, Cameron, Sarkozy y Hollande o migrarán al Estado Islámico y de ese modo escaparán de la persecución de los gobiernos y ciudadanos”, sentenciaba la publicación islámica en su artículo.

'Dabiq' dejaba claras las líneas maestras del plan de Daesh para seguir ganando adeptos. Su estrategia surgió a raíz de los atentados contra la revista satírica Charlie Hebdo en París. El Estado Islámico tilda de infiel -o 'kafir'- a todo aquel musulmán que se integra en el estilo de vida occidental y se instaló en esta idea de polarización tras las marchas de musulmanes en París en protesta por el ataque a Charlie Hebdo y el éxodo de refugiados que abandonaron territorio islámico huyendo de la guerra.

Daesh considera "infieles" a todos esos musulmanes adaptados a Occidente, pero tiene un plan para voltear la situación. Su estrategia pasa por generar el terror más allá de sus fronteras para generar la reacción violenta de los occidentales y provocar su odio hacia el Islam y los musulmanes; de ahí que movimientos y campañas virales como #StopIslam supongan todo un éxito para el objetivo de polarización de los yihadistas del EI.

El yihadismo entiende que si los musulmanes infieles -kafir- comienzan a verse maltratados por sus entornos occidentales, se acercarán irremediablemente a los postulados islámicos como única salida y incluso podrán convertirse en mártires de la causa para luchar contra quienes han pasado odiarles por la propia acción violenta de Daesh. La estrategia resulta perversa pero ciertamente lógica.

Resulta paradójico que la islamofobia encuentre a su gran promotor en el propio ISIS y sus medios de propaganda: la promueven para fomentar la radicalización de los musulmanes europeos al sentirse rechazados. Vivimos repuntes islamófobos tras los atentados de Bruselas o París y ahora volvemos a vivirlos tras los ataques de Barcelona y Cambrils.

Fue precisamente tras los atentados de Bruselas cuando se viralizó la campaña #StopIslam con mensaje contra la religión musulmana y sus preceptos. El experto en geopolítica Pedro Baños ya detalló en conversaciones con La Marea que fue el propio Daesh quien lanzó ese hashtag para alentar la islamofobia en territorio europeo y contribuir a la estrategia de polarización de la que hablaba 'Dabiq' en busca de la eliminación de los grises. Cuidado con la trampa de la islamofobia...