Corren, porque saben que alguien romperá su rutina y tienen que coger sitio. "Es una mirada blanca que se pregunta por qué un adulto es capaz de hacer esas bobadas que les hacen tanta gracia", explica el actor Pepe Viyuela. Bobadas muy serias que reducen los síntomas depresivos en niños refugiados.

"Tienen efectos curativos en tres puntos importantes: en los recuerdos de los momentos difíciles, en los estados de ánimo y en los comportamiento", detalla la médico Ingeborg Porcar. Pero ellos sí les toman en serio porque son los únicos capaces de generarles esperanza. Los efectos de una actuación duran, al menos, 12 semanas, señala Porcar.

Oírles reír, como destaca Viyuela, "es algo que no te deja dormir y que hace que te cueste reponerte". Porque a la vuelta, explica, "piensas muchas veces en qué habrá sido de esa gente o si algo habrá cambiado". La respuesta es sí porque la ciencia avala que sus payasadas tienen efectos curativos.