Los días ya son más largos y luminosos y, aunque el invierno ha sido más seco y cálido de lo habitual, muchos están deseando que llegue el calor, la playa y las vacaciones. Antes de que llegue la estación veraniega, viene la primavera, pero la inauguración del horario de verano ya está a la vuelta de la esquina.

El horario de verano arranca tras el cambio de hora realizada en primavera cada año. Concretamente, se trata de la práctica de adelantar los relojes una hora para ampliar las horas de luz disponibles. Cada año, la fecha cambia ya que según la legislación vigente, se realiza en la noche del sábado al domingo el último fin de semana de marzo.

Este año, tendrá lugar se cambiará la hora del reloj en la madrugada del domingo 31 de marzo. Con esta práctica los españoles deberán adelantar las agujas del reloj y a las 2:00 horas, serán las 3.00 horas. Por ello, los españoles tendrán una hora menos de sueño en durante esta fecha señalada.

Esta practica no es exclusivo para España ya que el cambio de hora se cumple con la Directiva Europea 2000/84/CE que sigue afectando, sin excepción, a todos los estados miembros de la Unión Europea. Además, la fecha y hora a la que se cambian las agujas del reloj también está establecida en la normativa y se realiza de forma conjunta en todos los estados miembros.

Por qué se realiza este cambio

El origen de esta práctica se remonta a la década de los 70, cuando la primera crisis del petróleo empujó a algunos países adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz natural del sol y consumir menos electricidad en iluminación. No fue hasta el año 1980 cuando se adoptaron las primeras disposiciones del horario de verano y, con la aprobación en el año 2000 de esta directiva comunitaria, se fijó el inicio del horario de verano el último domingo de marzo y su finalización en la madrugada del último domingo de octubre.

Si bien, en el conjunto de la UE en el año 2018 se planteó la propuesta de eliminar el cambio de hora y se inició un proceso que si bien consideraba suprimir este cambio en 2019, los entonces Veintiocho consideraron que la iniciativa era prematura y se aplazó la decisión hasta el año 2021. Además, el el Boletín Oficial del Estado (BOE) contempla tres cambios de hora más para los próximos tres años, hasta el 2026.

A día de hoy muchos expertos defienden que la reducción del consumo de energía no es el único aspecto positivo sino también subraya otros impactos sobre sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo, los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.