Diez días es el tiempo que la embarcación tardaba en atravesar el océano Índico, el Mar Arábigo, el Golfo de Adén y el Canal de Suez. Según publica el periódico digital australiano News.com, el capitán de la nave confirmó por altavoz "la amenaza real" de ser atacados por piratas somalíes.

Por precaución, al caer la noche el crucero apagaba todas las luces. Los bares nocturnos y la música se suspendieron al igual que todas las actividades en cubierta. También se procedió a bajar todas las persianas del barco por precaución.

Los turistas afirmaron que incluso se realizó un simulacro de ataque pirata. A cada pasajero se le asignó un lugar y una función en caso de ataque. A pesar de las precauciones que se llevaron a cabo, el capitán aseguro que el crucero era capaz de escapar de ataques piratas y que el barco estaba protegido 24 horas por los oficiales.

Por otro lado, la compañía ha señalado que en cada uno de sus viajes mantienen todos los procedimientos de seguridad y que estas medidas se realizan en todos los barcos cuando entran "en zonas peligrosas".