El asesino confeso de Mònica Borràs ha declarado que la mató cuatro días después de que le echara de casa tras una discusión. Según recoge La Vanguardia, tras reconocer el asesinato, el detenido aseguró que no dejó de golpear a Mònica hasta que cayó al suelo.

Después, según su testimonio, él mismo enterró el cadáver de Mònica en la vivienda. Los primeros indicios policiales apuntan a que la mujer fue asesinada con un hacha.

La expareja y, en los últimos tiempos, compañero de piso de Mònica Borràs confesó su asesinato al ver a los Mossos desenterrar su cadáver en la vivienda que ambos compartían. Al parecer, se derrumbó al ver que el geolocalizador daba positivo y detectaba la presencia de un cuerpo bajo la zona del taller del domicilio, enterrado bajo varias capas de cemento y yeso.