La familia de Marta del Castillo, la joven sevillana por cuyo asesinato en 2009 fue condenado Miguel Carcaño a 21 años y tres meses de cárcel, celebrará hoy actos para conmemorar el 14 aniversario del crimen y reclamar una vez más la recuperación del cadáver, extremo aún pendiente en este asunto.

La semana pasada, el abuelo de Marta, José Antonio Casanueva, protagonizó un acto público exponiendo que a sus 86 años de edad le queda ya "poco camino" en la vida, por lo que reclamaba una vez más la localización del cadáver de su nieta, avisando además de que una "mano negra" estaría impidiendo el pleno esclarecimiento del crimen y de que los jueces "están matando en vida" a la familia de la víctima, a base de resoluciones contrarias a sus intereses y la denegación de sus solicitudes.

"Moriré buscando a mi nieta. No voy a parar hasta que Dios me lleve", aseveraba el abuelo de Marta del Castillo, aplaudido por sus vecinos al grito coreado de "todos somos Marta".

Recordemos que el Juzgado de Instrucción número cuatro de Sevilla, en el marco de la pieza correspondiente a la búsqueda del cadáver de Marta del Castillo, había atendido una petición de la familia para que dicha línea de investigación abarcase los "datos crudos" de teléfonos móviles relacionados con los hechos.

En ese marco, el pasado 21 de septiembre de 2022, el Juzgado emitía un auto dando cuenta de los "informes emitidos por las operadoras" de telefonía móvil respecto a los terminales de Miguel Carcaño y Marta del Castillo, para su traslado al perito designado a fin de que el mismo "presente informe, acordándose el archivo de esta pieza en tanto se remita" dicho informe.

La Sección Tercera de la Audiencia, de su lado, emitía un auto el pasado 26 de octubre de 2022, desestimando un recurso de apelación de la familia de la víctima, contra un auto previo emitido en febrero de 2022 autorizando a un perito a acceder a los "datos telefónicos crudos" de los teléfonos móviles con los que contaban a la fecha de los hechos Miguel Carcaño y Marta del Castillo; pero excluyendo de dicha medida "el resto de terminales telefónicos", en alusión a los móviles de otras personas juzgadas por el crimen, como es el caso del hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado; su novia María García Mendaro, el amigo de Carcaño Samuel Benítez o el joven Francisco Javier García, conocido como El Cuco.

Los tres primeros, recordémoslo, fueron absueltos tras el juicio celebrado en 2011 contra los adultos acusados por este crimen, mientras en el caso del Cuco, fue condenado por un Juzgado de Menores por encubrir el asesinato perpetrado por Carcaño y, ya en 2022, el Juzgado de lo Penal número siete le condenaba junto a su madre a dos años de cárcel por un delito de falso testimonio, en sus comparecencias como testigos en el citado juicio celebrado en 2011 contra los adultos.

Así fue el crimen

Marta del Castillo tenía 17 años cuando, tras salir con sus amigos el sábado 24 de enero de 2009, no volvió a casa. "Su hija estará de fiesta", le dijo a su padre el primer policía que le atendió en comisaría.

Hubo cinco detenidos y juzgados, dos fueron condenados y sólo uno sigue en prisión, Miguel Carcaño, arrestado tres semanas después de la desaparición de Marta y que confesó haberla matado en su piso y haberse deshecho del cuerpo.

Carcaño fue condenado por asesinato a 20 años de cárcel en un juicio celebrado en el último trimestre de 2011 en el que fueron absueltos su hermano, la entonces novia de éste y un amigo de la pandilla de Marta y Miguel, a los que se juzgó por encubrimiento. Meses antes fue juzgado y condenado otro amigo del grupo, 'El Cuco', menor en el momento de los hechos, por lo que fue procesado en un juzgado de menores y condenado por encubrimiento a tres años de internamiento en un centro, que ya cumplió.

Todos fueron absueltos de los delitos de agresión sexual, contra la integridad moral y profanación de cadáveres. Ni la investigación ni los juicios permitieron hallar el cuerpo de Marta, pese a que en estos años se han realizado una decena de búsquedas siguiendo lo que decía Carcaño y otras pistas. Primero se rastreó el río Guadalquivir, donde según Carcaño arrojaron el cuerpo él y varios de los implicados. Al mes de su arresto dijo que tiró a Marta a un contenedor junto a su casa, lo que llevó al vertedero de Alcalá de Guadaíra.

En 2013, ya juzgado y condenado, cambió su versión y dijo que no fue él quien golpeó mortalmente a Marta, sino su hermano, quien le dio con la culata de su pistola de vigilante de seguridad -al interponerse la joven en una discusión entre ambos-, y le condujo "a tiro hecho" a la finca Majaloba en La Rinconada para deshacerse del cuerpo.