La Audiencia de Barcelona ha condenado a los guardias urbanos Rosa Peral y Albert López a sendas penas de 25 y 20 años de prisión y al pago de 885.000 euros de indemnización, por haber asesinado en mayo de 2017 a un compañero del cuerpo, con quien conformaban un triángulo amoroso.

En su sentencia, el magistrado presidente del jurado que juzgó el llamado "crimen de la Guardia Urbana" impone la pena más alta a Peral, al aplicarle la agravante de parentesco respecto a la víctima, de acuerdo con el veredicto del tribunal popular.

La cuantía de la indemnización a la que tienen que hacer frente se dividirá entre el hijo de la víctima (con 450.000 euros), su padre (con 225.000 euros), sus hermanos (100.000 euros a cada uno) y su antigua compañera sentimental (con 10.000 euros).

Una vez cumplan la pena de prisión, los dos condenados, Rosa Peral y Albert López, tendrán que cumplir 10 años en libertad vigilada y con una orden de alejamiento de mínimo 1.000 metros de cualquiera de los familiares de la víctima, anteriormente citados.

Según la sentencia, la madrugada del 2 de mayo de 2017, los dos condenados, o al menos uno de ellos con la colaboración del otro, agredieron a su víctima, acabando con su vida de forma violenta y de manera intencionada. Una vez terminada esta agresión, ambos acordaron fingir que el fallecido hacía su vida con normalidad y quemaron su cuerpo junto a un vehículo.

Así, recoge el escrito, la muerte de la "víctima fue alevosa", indicando que "los hechos imputados y declarados probados respecto de los acusados también en el delito de asesinato con alevosía, previsto y penado en el artículo 139.1 del código penal, tal y como interesaban las acusaciones".