Rosa Peral y Albert López se acusan mutuamente de haber matado a Pedro Rodríguez, la pareja de ella. En el juicio que ha arrancado este lunes en la Audiencia de Barcelona ni siquiera se han mirado, se han sentado en el mismo banco pero cada uno en un extremo.

Rosa y Albert se enfrentan a 24 y a 25 años de prisión por matar a la pareja de Rosa. Según la Fiscalía los dos acusados ejecutaron un "plan criminal preconcebido" para acabar de "forma violenta" con la vida de Pedro Rodríguez en el domicilio que ambos compartían en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

Posteriormente, entre la madrugada del 2 al 3 de mayo, los encausados introdujeron el cuerpo sin vida de la víctima en el maletero de su coche, y se dirigieron a una pista forestal en el área del pantano de Foix, donde prendieron fuego al vehículo que quedó prácticamente carbonizado por la acción de las llamas.

Durante el trayecto en coche hacia este pantano, los dos acusados pasaron por las inmediaciones de la casa del exmarido de Rosa Peral encausada para intentar incriminarle.

Ella, en la sesión de este lunes, se ha mostrado nerviosa, intercambiando notas con su abogada hasta que ha se ha emocionado cuando se ha relatado la noche en la que murió Pedro. Mientras, Albert se ha mostrado impasible: su abogado mantiene que él solo la ayudó y si no la denunció fue por pena.

Para la Fiscalía, además de matar a Pedro Rodríguez, manipularon su móvil para que pareciera que seguía vivo: "El teléfono de Pedro no se encendió solo ni lo encendió desgraciadamente el señor Pedro desde el más allá para fingir con mesajes que el señor Pedro vivía".

El fiscal también ha asegurado que "desgraciadamente, el mal gratuito existe", y ve este triángulo amoroso como una "red de mentiras, manipulaciones y toxicidad".

En sus alegaciones ante el tribunal, el fiscal Félix Martín ha argumentado que se puede pensar que "nadie normal puede hacer algo tan brutal" como es este asesinato, pero ha agregado que "desgraciadamente, el mal existe en algunas ocasiones".

El ministerio público presentará a la largo del juicio pruebas testificales y periciales que puedan dilucidar el comportamiento de los acusados antes del día de autos, durante la jornada en la que sucedieron los hechos, y en días posteriores, hasta que fueron detenidos.

Según el fiscal, es "necesario" conocer este triángulo amoroso, que ha calificado como una "red de mentiras, engaños, manipulaciones y toxicidad en letras mayúsculas", para poder entender lo que pasó el día de autos.

El ministerio público ha admitido que no puede "saber al 100% todo lo que pasó", puesto que no hay testigos del asesinato, pero se ha comprometido a presentar suficientes pruebas como para que su escrito final sea "firme, honesto y riguroso".