Comienza la fase testimonial del juicio al conocido como Crimen de la Guardia Urbana. Rosa Peral y Albert López, acusados del asesinato de Pedro Rodríguez, pareja de ella y compañero de trabajo de ambos, serán los últimos en declarar.

Los primeros en hablar, en calidad de testigos, han sido el exmarido de Rosa, Rubén, y su padre, Francisco Peral. El primero la ha definido como una persona infiel, mentirosa, manipuladora y fría.

Su padre, por el contrario, la ha protegido, negando, incluso, que Rosa le pidiese que mintiera, algo que sí había hizo durante la investigación. "No vi a Pedro en la casa el día 2 de mayo. Me equivoqué cuando lo dije", ha explicado.

Este había afirmado que vio al novio de Rosa, una versión que encajaba con la estrategia por parte de los dos sospechosos de incriminar a Rubén.

Francisco Peral también ha señalado que no preguntó a su hija qué había pasado y ha destacado, justo antes de echarse a llorar, que tenía un trato "bueno, bueno, bueno" con el fallecido.