El triple asesinato de Alcàsser en 1992 sigue teniendo algunas incógnitas para los investigadores.

Hace tan solo un mes, la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira ordenó que se volviese a inspeccionar los coches de Ricart y Anglés con las actuales técnicas forenses. El fin, estudiar la posible existencia de restos biológicos de las menores en su interior con el objetivo de estudiar la posible presencia de restos biológicos.

Asimismo, el juzgado, dirige la investigación de la parte del caso que sigue abierta -la dirigida a localizar a Anglés-, ordenó analizar pelos de cuyo análisis entonces no pudo extraerse ADN alguno, por si fuese posible ahora. Precisamente, la labor investigadora se centra en hallar evidencias de la presencia de Anglés en los escenarios de este triple crimen, por si fuese hallado con vida, para garantizar que responda ante la Justicia por los hechos de los cuales se le considera responsable.

Además, la Policía Nacional solicitó permiso recientemente al citado juzgado para usar el perfil policial de Anglés en una campaña de búsqueda europea, en la que participará la Interpol y para la cual se solicitará la colaboración ciudadana.

Pero el coche no parece ser el único elemento que están investigando. Según declararon los periodistas valencianos Genar Martí y Jorge Saucedo en 'Espejo Público', la Policía ha solicitado que se coteje el ADN de un cráneo con el del fugitivo para determinar su coincidencia. Se trata de un cráneo que localizaron en la isla irlandesa de Lambay en 2006. Y es que, el rastro de Anglés se perdió cuando viajaba de polizón en un barco en Dublín.

En este sentido, un reciente informe presentado por los criminólogos de la Asociación Laxshmi traza con detalle su huida entre el 27 de enero de 1993 desde su domicilio, su paso por varias localidades de la provincia de Valencia y Castilla-La Mancha y su llegada a Lisboa, donde embarcó en el mercante City of Plymouth rumbo a Dublín.

Es generalizada la impresión de que las pesquisas de la policía irlandesa respecto a la tripulación de aquel buque no fueron del todo rigurosas, y las fuentes del caso consultadas por EFE concluyen sin dudarlo que el polizón que descubrieron y encerraron en un camarote era Anglés; básicamente, porque su imagen fue reconocida por los marineros.

Consideran, también, que contó con la ayuda de alguien para saltar del barco y llegar a las costas irlandesas, y que debe seguir vivo. Hay discrepancias, sin embargo, respecto a la validez de las simulaciones del rostro envejecido que pueda tener en la actualidad Anglés -respecto al color de los ojos o los tatuajes-, y algunas partes restan importancia a la nueva búsqueda anunciada por la Policía por considerarla una mera actualización del cuadro de los más buscados.