Según informa el
servicio de emergencias 112 del Gobierno cántabro, a la lluvia y el deshielo de
la nieve caída, se ha sumado la pleamar en la zona occidental de Cantabria, una
de las más afectadas, aunque también en el centro de la región, el río Besaya
se ha desbordado y quince vecinos del pueblo de Santa Olalla, en Molledo, han
tenido que ser evacuados.
Esos vecinos han sido
trasladados al pabellón polideportivo de la Serna de Iguña, mientras que otros,
también afectados por el desbordamiento del río, han sido acogidos por otros
ciudadanos de ese municipio en sus casas.
Los bomberos y
voluntarios del 112, que han tenido que actuar durante toda la noche, han
desalojado también de sus viviendas a dos personas en la localidad de Las
Fraguas, que han sido atendidas por efectivos de Cruz Roja.
También una persona ha
sido socorrida en La Molina, en el municipio de Mazcuerras, y otras dos han
tenido que ser evacuadas en lancha neumática por la Cruz Roja en Caranceja
(Reocín).
En Hinojedo (Suances),
la Guardia Civil y el 112 han pedido a varias personas que no se muevan de sus
casas, debido a la cantidad de agua que hay en el exterior de sus viviendas y
de otras anexas, que ha inundado garajes y afectado a varios vehículos que
había en su interior.
La localidad de
Barcenillas, en el municipio de Ruente, presenta también riesgo de inundación,
por lo que "se está haciendo un estrecho seguimiento de la situación, y se
han preparado los medios necesarios por si hubiera que llevar a cabo su
evacuación".
Las inundaciones
mantienen aún cortado el tráfico ferroviario entre Cabezón de la Sal y
Santander, y Los Corrales de Buelna y Las Fraguas, trayectos que se están
efectuando por carretera. En varias carreteras autonómicas se han producido
desprendimientos del terreno, lo que ha provocado el corte de algunas de ellas.
Las inundaciones también
afectan a la zona oriental, donde se han inundado el polígono industrial de
Marrón, en Ampuero. El 112 junto a la Guardia Civil, policías locales y el
resto del operativo que trabajan en esta situación de emergencia han tenido
desde ayer por la tarde 105 actuaciones derivadas de las más de 300 llamadas
recibidas por cántabros afectados por las fuertes lluvias.
Se está haciendo un
especial seguimiento de la evolución de los caudales de los ríos, ya que el
Besaya, el Saja, el Pas y el Asón se encuentran en nivel rojo de alerta.