Los 'cebada gago' dejaban en su carrera tres corneados. También hemos visto cornadas en axilas y en muslos. Pero, también muchos capotes de San Fermín. El más milagroso ocurrió cuando un mozo se paró en la curva de Mercaderes y volvió a nacer. Intentó subir el vallado y comprobó el peso de los toros, consiguió salir ileso.

Aunque los cuernos son peligrosos también hemos visto atropellos, es lo que tiene la rapidez. El encierro más corto, el de los Miura: 2.10. Un visto y no visto. Y el más largo el de José Escolar: 4 minutazos y un toro, 'Diputado', que volvía a los corrales, algo que hemos visto tres años consecutivos.

Estos encierros dejan coronados a los héroes como Lecuona, el corredor que sostuvo el cuerno del animal salvando la vida de Aitor. Pero también a los torpes que gatean en tiempo récord y a los mozos que se creen toros y embisten con dureza haciendo comer arena a más de uno.