Viento en popa para la Copa América de Vela Barcelona 2024. Jaume Soler, periodista náutico, asegura que este evento es lo máximo que se puede organizar en el deporte de la vela. La ciudad olímpica suelta amarres y vuelve a abanderar un evento deportivo de primer nivel internacional.

En la calle, sus ciudadanos se muestran orgullosos de la noticia y recuerdan que hace 30 años que acogieron las olimpiadas. Ricard Prehn, director de la Escuela Náutica Altair, nos habla de la gran oportunidad que supone ser anfitriones de la Copa. "Un compañero ya ha recibido una reserva para ver la competición desde primea línea de mar", cuenta.

Un total de 941 millones de espectadores vieron como el equipo Emirates Team New Zeland se alzaba con el título de la última edición. En 2024 tendrán que defenderlo en estas aguas: las regatas se celebrarán entre el el Hotel Vela y el Forum. Las embarcaciones serán monocasco. Soler explica que se tratará de barcos voladores. "Prácticamente no tocarán el agua", añade.

Un espectáculo náutico que mueve a mucha gente. Jorge Clos, presidente del Gremio de Hoteleros de Barcelona, reconoce que, a nivel hotelero, es una buena noticia. Durante dos años cada escuadra dispondrá de un macro hangar y oficinas en lugares que ya forman parte de la ciudad, como el Port Vell. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya ha adelantado que la ciudad cuenta con todas las infraestructuras y no necesitará hacer nuevas.

Los organizadores calculan unos beneficios de unos 1.000 millones de euros. Xavier Triadó, economista y director del máster Gestión de Entidades Deportivas de la Universidad de Barcelona, cree que a nivel local son como unas olimpiadas de invierno. Las previsiones son superar los 74.000 puestos de trabajos indirectos y los casi seis millones de visitantes que generó la Copa América de Valencia 2007. Con la estela del éxito de los Juegos del 92, Barcelona pone de nuevo rumbo hacia buen puerto.