Los incendios que arrasaron miles de hectáreas el año pasado en nuestro país no han podido recuperarse un año después, ya que en muchas zonas no se han dado todas las ayudas que se prometieron por parte de los gobiernos autonómicos.

Una de las zonas más afectadas fue en la Comunidad Valenciana, donde las hectáreas devastadas fueron de 50.000. Solo han llegado un tercio de las ayudas prometidas, ya que el gobierno Valenciano prometió en su día un total de nueve millones de euros para ayudas y solo se han repartido tres. Se quejan ayuntamiento y agricultores de que no llega este dinero, por eso están vendiendo la madera quemada para así invertir las ganancias en la recuperación del monte.

En el municipio malagueño de Coín ardieron más de 8.000 hectáreas de alcornoques y pinos, y se saldo además con la vida de una persona. Se han construido diques con los árboles quemados para evitar la erosión del suelo.

En la Junquera, Girona, fue una de las zonas más afectadas el año pasado. Se llegaron a juntar tres frentes de un incendio y las llamas arrasaron todo en su camino. La mayor preocupación es la limpieza de los bosques, ya que no han llegado las ayudas suficientes para su absoluta limpieza y esto supone un grave peligro que podrían provocar nuevos incendios este año

El fuego se llevó 1.600 hectáreas en O Barco de Baldeorras, Ourense, y cinco aldeas fueron evacuadas. Además, el fuego afecto a uno de los últimos bosques de tejos de Europa y no se han salvado especies centenarias como los castaños.

El incendio de aras, fue el más grave en Navarra, aunque en este caso se ha empezado a ver la recuperación de los árboles y la repoblación de muchas zonas verdes.