Continúa la búsqueda en la vivienda de Alcanar. Los investigadores ya han encontrado aquí restos biológicos que pertenecerían a tres personas distintas. El continuo trasiego de policías y bomberos contrasta con la que, hasta el día de antes de los atentados era la rutina en la urbanización Montecarlo. "Este era un sitio muy tranquilo, pero muy tranquilo", "siempre les decía a mis amigos, vivo en el paraíso", explican los vecinos.

Un lugar apartado del resto del pueblo en el que hay empadronados muy pocos vecinos. El resto son casas de fin de semana y de turistas. La célula escogió como centro de operaciones una casa que estaba embargada y que ocuparon de forma ilegal. Eran discretos. Nunca se relacionaban con los vecinos, que sólo les veían ir y venir.

Según los vecinos sobre las 22:30 siempre se veía pasar una furgoneta grande blanca. También iban con unas motos grandes pero nunca habían visto quienes son porque iban con cascos. "Veíamos una furgoneta, motos... pero ¿quién iba a pensar que pasara esto?", cuenta una vecina de la localidad.

La Policía sigue trabajando para retirar los explosivos que la célula acumulaba en Alcanar y que los agentes siguen detonando de forma controlada. "Tenemos cinco vecinos desalojados que de momento tampoco podrán volver a sus casas", ha declarado Jordi Bort, teniente alcalde de Alcanar. Lo que más desean aquí es que todo acabe pronto.