La gastroenteritis es uno de los virus más comunes en verano. "Se trata básicamente de una inflamación de la membrana interna del intestino causada por un virus, una bacteria o parásitos", según explica Medline Plus. Y sí, sí es contagiosa.

La causa de las gastroenteritis es, generalmente, una infección por norovirus: virus muy contagiosos que causan vómitos y diarrea. La mejor prevención ante ellos es lavarse las manos frecuentemente y hacer lo mismo con las frutas y verdura. También cocinar completamente los mariscos.

Por otro lado, en el caso de estar enfermo, se recomienda quedarse en casa mientras esté enfermo y durante dos días más después de que desaparezcan los síntomas, señala la CDC. En este sentido, es muy importante evitar cocinar para otras personas durante este mismo período de tiempo.

Síntomas de la gastroenteritis

Los síntomas más comunes de la gastroenteritis son:

  • Diarrea
  • Náuseas y vómitos
  • Dolor de estómago

Sin embargo, la persona contagiada también puede presentar fiebre, dolor de cabeza o dolor general en el cuerpo. El tratamiento frete a la gastroenteritis es el descanso y la hidratación. Es decir, es importante beber muchos líquidos para prevenir la deshidratación. Especialmente en niños y personas mayores, perfil de la población en el que las infecciones pueden ser más graves. No hay un medicamento específico para tratar las infecciones por Norovirus, señala la citada fuente.

¿Cómo se contagia la gastroenteritis?

Las infecciones que producen gastroenteritis se pueden transmitir de persona a persona, especialmente si la persona con diarrea no se lava las manos minuciosamente después de cada deposición, explica el manual Merck de diagnóstico y terapia online.

De hecho, la gastroenteritis se puede contagiar "si una persona se lleva la mano a la boca después de tocar un objeto (como un pañal o un juguete) contaminado por heces infectadas". Este tipo de contagio se conoce como transmisión fecal-oral. Sin embargo, también puede darse el caso de que las personas se contagien al ingerir alimentos o beber agua que ha sido contaminada por heces infectadas.

Al mismo tiempo, los alimentos también pueden estar contaminados con bacterias y producir gastroenteritis, si no se cocinan adecuadamente o no se pasteurizan, señala la citada fuente oficial. En algunos casos, la gastroenteritis se adquiere mediante el contacto directo con animales portadores del microorganismo infeccioso.