Cambio normativo
Consumo regulará la "publicidad del miedo" y obligará a incluir estadísticas en los anuncios para valorar el riesgo real
Los detalles La "publicidad del miedo" es la que explota el temor de los consumidores, generando una percepción errónea sobre el peligro que corren si no compran un producto. Consumo pone como ejemplo la utilizada por empresas de seguridad.

Resumen IA supervisado
El Ministerio de Consumo planea regular la "publicidad del miedo" a través de la Ley de Consumo Sostenible, próxima a aprobarse. Esta normativa busca proteger a los consumidores de mensajes manipuladores que explotan el miedo y la ansiedad, especialmente usados por empresas de seguridad. La regulación se enfocará en anuncios que presentan escenarios extremos o improbables, fomentando decisiones precipitadas y una cultura del miedo. Se exigirá que estas comunicaciones incluyan información cuantitativa o estadística para que los consumidores puedan evaluar el riesgo real. Así, se busca promover un entorno publicitario responsable y ético, garantizando transparencia y respeto hacia el consumidor.
* Resumen supervisado por periodistas.
El Ministerio de Consumo regulará la "publicidad del miedo", que define como aquella que usa mensajes manipuladores para explotar la ansiedad y el temor, habitualmente empleada por empresas de seguridad. Lo hará a través de la Ley de Consumo Sostenible que, según indican desde el departamento que dirige Pablo Bustinduy, se aprobará de forma "inminente".
Consumo, apuntan desde el Ministerio, cree que es esencial regular para proteger a los consumidores ante esta publicidad, basada en datos engañosos o que pueden generar una percepción errónea sobre el peligro al que se enfrentan si no compran un producto.
Esa "publicidad del miedo", dicen, basa su efectividad en presentar escenarios extremos o improbables, como robos violentos o vulnerabilidades catastróficas, para generar una sensación de urgencia o vulnerabilidad y puede llevar a los consumidores a tomar decisiones precipitadas, desinformadas o basadas en el pánico, lo que afecta a su libertad de elección y a su bienestar psicológico.
Además, denuncian que este tipo de anuncios fomentan una cultura de miedo que afecta negativamente a la sociedad en su conjunto: cuando las compañías recurren a estas prácticas, advierten, contribuyen a la percepción de que los entornos cotidianos son peligrosos, lo que incrementa la desconfianza y la sensación de inseguridad. Esto, advierten, puede alterar la calidad de vida de las personas, pero también desviar recursos hacia servicios innecesarios o desproporcionados en relación con el riesgo real.
Estadísticas en los anuncios
Así, Consumo quiere combatir estos anuncios para defender un entorno publicitario responsable y que la promoción se centre en ofrecer información objetiva, destacando los beneficios reales de los productos sin apelar a tácticas de manipulación emocional. Defiende la necesidad de regular estas prácticas para garantizar un equilibrio en el mercado, promoviendo una comunicación ética que priorice la transparencia y el respeto por el consumidor y reforzando una percepción más saludable y realista de la seguridad.
A través de la Ley de Consumo Sostenible, Consumo prevé modificar la Ley de Competencia Desleal para obligar a las empresas que hacen estos anuncios a ofrecer información cuantitativa o estadística que permita a los consumidores hacer una valoración real del riesgo al que se exponen si no adquieren el producto en cuestión.
La Ley de Competencia Desleal ya prohíbe la publicidad que incluya información falsa sobre el riesgo que puede sufrir un consumidor si no compra algo. Ahora, se pretende completar el artículo dedicado a "Otras prácticas engañosas" con el siguiente párrafo:
"Cuando tales afirmaciones, aun siendo veraces, utilicen la exposición a un riesgo o peligro como argumento principal de persuasión comercial, deberán incorporar, en condiciones de adecuada visibilidad, adaptado al medio en el que se realice la comunicación, información complementaria de carácter cuantitativo o estadístico que permita al consumidor o usuario valorar su frecuencia, impacto relativo o proporción".