Jeremy Floyd secuestró a su novia en su casa de DeLand, en Florida, tras un episodio de violencia con golpes y amenazas a punta de pistola, pero la joven a provechó la enfermedad de su perro para poder escapar.

El animal se puso enfermo a los dos días de secuestro y la víctima aprovechó para pedirle al secuestrador poder llevar al animal al veterinario ya que él tenía una lesión en la cabeza. Floyd accedió a ir al veterinario pero siempre con su compañía impidiéndole ir sola, según informa 'The Independent'.

La víctima cuenta que durante el trayecto hasta la clínica veterinaria, el secuestrador la amenazó de muerte apuntándole con una pistola. A pesar de ello, ya en el veterinario la mujer consiguió quedarse a solas con los profesionales y les alertó de su calvario con una nota: "Llame a la policía. Mi novio me está amenazando. Él tiene un arma. Por favor, no se lo diga".

Finalmente los veterinarios llamaron a los agentes, que procedieron a detener al secuestrador y llevaron a su víctima hasta el hospital para curar las heridas que le había provocado. Jeremy Floyd está en prisión acusado de violencia machista y secuestro entere otros delitos.