El sol tiene muchos beneficios para la salud, pero también conlleva muchos riesgos. Por eso, los expertos recomiendan que la protección solar no se limite solo al verano, sino que es "fundamental la utilización de un fotoprotector diario, da igual la época del año en que nos encontremos. Incluso en los días nublados nos llega parte de esta radiación", explica Cristina Biurrun, directora científica del grupo L’Oréal España.

Uno de los principales problemas que surge por la exposición solar son las manchas en el rostro. Por ello, es necesario utilizar por lo menos un SPF20 y utilizar cremas específicas "enriquecidas con principios activos que ayuden a reducir estas manchas y mejorar la luminosidad del rostro", añade Biurrun.

Además, antes y durante la época de playa y/o piscina, toma nota de estos consejos:

- Primero: es recomendable realizar una suave exfoliación semanal para conseguir un tono uniforme.

- Segundo: hay que aplicar la crema 20 o 30 minutos antes de la exposición al sol, asegurándote de que ninguna parte del cuerpo se queda sin cubrir.

- Tercero: elegir un protector acorde con tu tipo de piel.

Elegir la crema y el SPF adecuado

¿Sabes realmente elegir la crema adecuada o el factor de protección solar que necesitas? Biurrun explica que el SPF "mide la capacidad de protección de un producto frente a las quemaduras solares; es decir, frente a los rayos UVB. A mayor SPF, mayor tiempo de exposición".

También hay que tener en cuenta el "tipo de piel o fototipo, ya que las pieles más claras necesitarán un índice más alto que las pieles que se queman con menos facilidad, y también de la dosis de UV que vaya a recibir la piel, la cual depende del tipo de exposición y el lugar en el que nos encontremos", añade Cristina Biurrun.

Además, para calcular el tiempo para tener que aplicar de nuevo el producto, la directora científica de L'Oréal España indica que "se recomienda hacerlo como mínimo cada dos horas y también después de transpirar, bañarse o secarse con una toalla para estar seguros de que todas las zonas de la piel expuestas al sol están bien cubiertas por una capa uniforme de protector".

En cuanto a la cantidad, "tiene que ser suficiente para asegurarnos de que todas las zonas de nuestra piel que van a estar expuestas al sol están cubiertas por una capa homogénea y uniforme. Para una persona adulta de 170 cm de altura y 65 kg la cantidad de protector a aplicar en todo el cuerpo sería, por ejemplo, de 6 cucharaditas de postre".

"En el caso de protectores en bruma o spray es importante extender bien el producto después de vaporizar y repetir la aplicación para garantizar una buena difusión en la piel", concluye Biurrun.

La nutricosmética, un gran aliado para que no te frías bajo el sol

Debido a los errores que solemos cometer a la hora de aplicarnos la crema solar, es recomendable también la fotoprotección oral, ya que multiplica por tres la resistencia a la quemadura solar, según el informe de Heliocare 'Buenos hábitos al sol', que afirma que tan solo un 2% de los jóvenes utilizan este tipo de productos.

Y es que la combinación del protector solar y la nutricosmética solar es el modo más eficaz para preparar tu piel, activar la reparación de la piel, además de aumentar su resistencia a la radiación solar y evitar 'freírte' bajo el sol.

Si tu piel es sensible al sol, en el mercado tienes cápsulas que mejoran la tolerancia de la piel a la radiación solar. Desde Innéov recomiendan tomar una cápsula al día durante, al menos, un mes antes de la exposición solar, también durante y al menos 30 días después para mantener el bronceado y siempre como complemento de una crema de protección solar.

También hay protección oral para los niños de 4 a 12 años, ya que, según explican desde Heliocare, la piel de los más pequeños es más vulnerable al sol que la de los adultos y la radiación que reciben durante la infancia es determinante para el futuro de la piel.

El cabello también sufre bajo el sol

Igual que la piel, el cabello también sufre en verano. Los rayos UV, el viento, el agua salada, el cloro de la piscina hacen que esté seco y difícil de peinar. De ahí, la importancia de proporcionarle cuidado adecuados antes, durante y después de tomar el sol.

Amalia López, product manager de René Furterer, explica que los enemigos del cabello en verano son:

- Rayos UVB: afectan a la cutícula, la capa externa, y dejan el cabello mate.

- Rayos UVA: penetran en el córtex y destruyen la melanina, aclarando el color.

- Sal: también daña la cutícula y lo reseca.

- Cloro: reseca el cuero cabelludo y arrastra los aceites naturales que protegen el cabello, quedando encrespado y quebradizo. Por eso, ser recomienda proteger el cabello durante la exposición solar con un producto indicado para ello con un SPF 50+ y seguir estos trucos / recomendaciones de la Product Manager de René Furterer:

- Sanear la melena, repasando el corte, si las puntas se ven estropeadas se puede cortar un par de centímetros.

- Dar un plus de hidratación, unas semanas antes, aplicar mascarilla en lugar de acondicionador.

- Hacer un tinte medio tono más oscuro del habitual. Así, si la radiación solar y los lavados aclaran el pelo, no se verá demasiado rubio al final del verano.