Las familias afectadas por el incendio tienen que empezar una nueva vida. Este mismo lunes el Ayuntamiento se encargará de trasladar a los menores a sus respectivas escuelas. En una de ellas, por ejemplo, faltará Pilar, profesora de Filosofía en Malilla y una de las siete mujeres que han fallecido en el incendio.

Los expertos señalan diferentes reacciones psicológicas como consecuencia de la catástrofe. Por ejemplo, el trastorno de Estrés Postraumático, la ansiedad o la depresión, la culpa del superviviente, los problemas con el sueño o los cambios en el comportamiento y en las relaciones.

Trastornos que pueden surgir no sólo por la pérdida de familiares, sino también por la pérdida de la vivienda y su identidad. Enric Valls Roselló, psicólogo clínico, asegura que "la sintomatología más común es el estrés postraumático": "La persona va pasando por diferentes etapas. La primera es un estado de shock". Después, aparecen diferentes emociones, como la culpa, la rabia o la tristeza.

El apoyo psicológico a los supervivientes durante las primeras 72 horas de una tragedia es fundamental pero también en el largo plazo. "Las consecuencias del trauma más crónicas aparecen a las semanas o a los meses, cuando la persona empieza a conectar con la pérdida realmente", ha indicado el psicólogo Juan Ramón.

Por ello es tan importante el papel de la psicología en estos casos. "Hay que identificar aquellos casos donde puede haber una evolución patológica", ha especificado el experto, con el objetivo de evitar que los síntomas se vuelvan crónicos en el tiempo.