Han estado tres meses sin su hija, de once años, por una falsa denuncia de malos tratos.
Un profesor del colegio de la niña fue el que dió la voz de la alarma a los servicios sociales y la Junta de Andalucía les retiró la custodia. La pequeña tenia marcas aparentemente de quemaduras de cigarro en casi todo el cuerpo, pero era en realidad era una dermatitis que ya estaban tratando.
Detuvieron a los padres y les imputaron por malos tratos. No les dejaban estar a menos de cien metros de su hija, ni hablar por teléfono.
El padre, tuvo que cerrar la tienda en la que trabajaba por la presión de los vecinos.
El colegio dice que acata lo que diga la justicia y los padres aseguran que nadie les ha pedido perdón y que ahora se plantean emprender acciones legales porque están destrozados.
Su hija de once años todavía no ha superado que le separasen de sus padres durante tres meses.