El encargado de confirmar oficialmente la muerte ha sido el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Al parecer, ocurrió en un "local nocturno de ocio" cuando un grupo de amigos empezaron a encontrarse mal: sufrían alucinaciones, taquicardias y confusiones.

Cuando les preguntaron, estos negaron haber tomado drogas más allá del alcohol. Fueron trasladados a un hospital, donde finalmente uno de ellos falleció. Ambos dieron positivo en burundanga.

Inma Frías ha asegurado en la revista de la Asociaciación Española de Toxicología que hay que "informar sin crear alarma social" y califica la burundanga de leyenda urbana. Hasta ahora, ningún estudio ha encontrado rastro de burundanga en los 152 casos que el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses ha recibido.

Frías ha explicado que la burundanga es "un medicamento y, como tal, su autoconsumo de forma incontrolada produce efectos tóxicos e incluso la muerte". Eso sí, la capacidad de anular la voluntad de las personas "carece de una base científica solida", detalla.