El coronavirus ha animado a muchos españoles residentes en la gran ciudad a dar un vuelco a su vida y apostar por afincarse en localidades más pequeñas.

Principalmente, estas nuevas familias buscan una buena conexión para poder trabajar, tener una autovía cerca y no tardar más de 10 minutos hasta los servicios médicos más cercanos.

Andreia Costas, escritora, ha explicado a laSexta cuáles han sido los motivos que la han incentivado a iniciar una nueva vida rural. Vivió el confinamiento con su familia en un piso de Vigo, y tras ello no dudó en buscar la calma del campo. Por eso, compró junto a su marido Castor López, camionero, una casa a 40 minutos de Vigo, en pleno bosque, con árboles frutales y bien conectada. Gracias a su conexión a Internet puede impartir sus clases de escritura y participar en foros desde su propia casa.

El confinamiento ha provocado que muchos pueblos estén cambiando la tendencia de su censo, sumando vecinos en lugar de perdiendo población, como ocurría hasta 2020.

Según ha expresado Marcos Rodríguez, de la inmobiliaria Rodespi, actualmente reciben más llamadas para alquilar o comprar una casa, incluso del extranjero. "Ha habido visitas de ingleses, de gente que viene de Bélgica...", ha expresado.

Un hecho que supone un alivio para los ayuntamientos rurales, ya que subir de población es subir en ingresos y servicios. Luis Antonio Gómez, alcalde de A Cañiza, ha celebrado que la localidad haya conseguido frenar la caída de los 5.000 habitantes y ha asegurado que es "fundamental" cambiar la tendencia.