El conductor del accidente de Ronda en el que murieron tres jóvenes no tenía carné de conducir. Eso podría explicar que el chico tratara de huir de la Policía antes del fatídico accidente. El coche era de la madre del copiloto y cogieron el vehículo sin su consentimiento.

En el accidente, el coche cayó por un terraplén de 15 metros de altura cuando huían de un control policial en un coche que ha quedado completamente destrozado. Dos de ellos eran menores, de 15 y 16 años, y el conductor tenía 22.

Los hechos ocurrieron de madrugada, cuando una patrulla de la Policía Nacional se topó con ellos y vieron como el vehículo hacía maniobras extrañas, lo que alertó a los agentes.

Entonces, el conductor inició una huida a toda velocidad por un camino arbolado, poco iluminado, sin señalización y con varias curvas. La Policía intentó interceptarlos y les dio el alto en dos ocasiones.

Pocos minutos después la Policía Local de Ronda comunicó que habían localizado el coche estrellado en el kilómetro 30 de la carretera A-374, convertido en un amasijo de hierros, volcado y aplastado en mitad de la vía. Dentro de él se encontraban los tres cuerpos atrapados que los bomberos trataron de sacar durante horas.