Un puente de diciembre pasado por agua. Así ha sido el tiempo en España durante los últimos días y así será en los próximos. La borrasca Efraín, que entró en acción este domingo, volverá a hacer de las suyas a partir del jueves, aproximadamente. Esto se materializará en nuevas jornadas de lluvias que complicarán la situación en las carreteras de Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía, especialmente.

Por ello, no está de más comprobar que nuestro vehículo está preparado para hacer frente al agua en las carreteras. Así, cabe prestar atención a los elementos del coche que lo unen con el suelo y a los relacionados con la visibilidad y la iluminación:

  • Comprobar que los neumáticos tienen la profundidad adecuada en sus dibujos (1,60 milímetros). ¿Cómo? Desde la DGT explican que, introduciendo una moneda de 1 euro en la ranura, se puede ver si la profundidad es inferior a la banda exterior dorada de la moneda. De ser así, hay que cambiarlos.
  • Revisar la suspensión (encargada de la estabilidad del vehículo ) si, al pasar por un badén, el coche rebota más de dos veces.
  • Comprobar si el sistema de frenado está en orden: las pastillas (2 mm como mínimo de grosor), discos (entre 75.000 y 100.000 kilómetros); y cambie el líquido de frenos cada 2 años, o entre 40.000 y 60.000 kilómetros.
  • Verificar que la climatización funciona correctamente, pues son una garantía de seguridad por su eficacia y rapidez en el desempañado del parabrisas o de los cristales laterales si se orientan adecuadamente las salidas del aire.
  • Comprobar que tenemos suficiente líquido en el limpiaparabrisas y ver si las escobillas están en buen estado.
  • Revisar la luneta térmica para disponer de una correcta visión a través de la luna de atrás.
  • Prueba todo el sistema de alumbrado para ver si falla alguna de las luces.
  • Cambia el aceite y el filtro siguiendo el programa de mantenimiento recomendado por el fabricante.
  • Comprueba la vida de la batería del coche en un taller, pues son las encargadas de arrancar el motor.

¿Y por qué es importante hacer todo esto? Porque las características de las carreteras cambian cuando hay lluvia de por medio. Prueba de ello es que frenar con el asfalto mojado puede aumentar la distancia de frenado. Si el coche va a 120 kilómetros por hora, podría frenar 20 metros más lejos que en una carretera seca. Por ello es importante reducir la velocidad y aumentar la distancia cuando se conduce con lluvia.

En el caso de que el coche patine (acuaplanin) nunca se debe realizar movimientos bruscos. LaDGTexplica en su portal que la forma adecuada de actuar es sujetar fuertemente el volante, no frenar e ir levantando suavemente el pie del acelerador.