El Villa de Pitanxo se hundió en una de las aguas más frías del planeta. "Las probabilidades de sobrevivir son 0", expone Patxi Kaltzakorta, pescador veterano en la zona, que asegura que es imposible aguantar más de dos minutos en su interior.

Según la agencia AFP, el Ejército de Canadá ya ha comunicado que ve "improbable" hallar nuevos supervivientes por las condiciones en las que se produjo el accidente.

El día del naufragio y en el punto del hundimiento, a 450 kilómetros de Terranova, la temperatura del agua era de entre 2 y 4ºC, el viento azotaba a más de 40 kilómetros por hora y las olas superaban los 6 metros.

En Terranova, la temperatura ambiente media en invierno es de -15ºC, y las olas pueden llegar a los 15 metros de altura. Por eso, algunos expertos en la zona consideran que es altamente improbable hallar nuevos supervivientes.

"Seguramente se salvaron los que iban en el puente de mando, los que estaban dentro volcaron", ha explicado Francisco Fernández, contramaestre. El pesquero español Playa de Menduíña 2 halló a los tres supervivientes: el patrón del barco, Juan Padín; su sobrino Eduardo Rial; y un marinero originario de Ghana del que todavía no ha trascendido su identidad.

El Villa de Pitanxo tan solo tenía cuatro botes salvavidas, y dos han sido localizados en la zona del hundimiento. En uno de ellos se encontraron a los tres desaparecidos y cuatro fallecidos, y la otra estaba vacía, por lo que se teme que el resto de los tripulantes pudieran haber quedado atrapados en el interior del buque durante su hundimiento o cayeran al océano.