Por áreas, destaca el aumento de las condenas por delitos relacionados con la flora y fauna, que incrementaron un 20,1% (de 263 a 316); por delitos asociados a medio ambiente, que casi triplica el dato de 2016 (54 frente a 154); y por malos tratos a animales domésticos, que subieron casi un 60% (de 103 en 2016 a 163 en 2017), si bien también aumentaron las absoluciones por estos dos últimos delitos. Además, hubo las mismas condenas por delitos relacionados con la ordenación del territorio y urbanismo, 23 por patrimonio histórico (dos más que en 2016) y 136 por incendios forestales (cuatro menos).
En cuanto a diligencias de investigación incoadas, destaca el aumento de las relacionadas con ordenación del territorio y urbanismo (de 893 a 936) y por malos tratos a animales domésticos (de 119 a 175), mientras que destaca la bajada de diligencias por asuntos asociados con incendios forestales (de 486 a 439). En medio ambiente bajaron de 479 a 476; en patrimonio histórico de 83 a 75; y de flora y fauna de 439 a 424.
Por tipo de procedimiento, aumentaron las diligencias urgentes un 15,2% (125 frente a 144) y los procedimientos abreviados por juzgados de lo penal un 25,2% (de 831 a 1.041). Además, se dispararon los juicios rápidos de cuatro en 2016 al centenar en 2017. Mientras, se aprecia una bajada en las diligencias previas en juzgados de instrucción (de 3.989 a 3.914) y los delitos leves (de 251 a 152). También hubo seis sumarios (los mismos que un año antes) y siete procedimientos ordinarios (tres en 2016).
Otro gasto más
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