La Audiencia de Barcelona ha condenado a cinco años de cárcel a un anciano que abusó sexualmente de forma continuada de una niña de cinco años, aprovechando que le hacía de canguro, ya que la iba a buscar al colegio, la llevaba a su casa a recoger un violín y la acompañaba a clases de música.
En la sentencia, la sección tercera de la Audiencia de Barcelona condena a Antonio Varela, de 71 años de edad, por un delito de abusos sexuales a menores de 13 años a una pena de cinco años de prisión y a una indemnización de 5.000 euros a la víctima.
El tribunal da plena verosimilitud de la versión esgrimida por la niña, que ha sido persistente en su incriminación, ya que siempre que ha sido explorada ha dado una misma versión de los hechos, que relató espontáneamente, sin que existiera ninguna sospecha previa de sus padres en contra del abusador.
Aprovechando la confianza que le tenían los padres, que le encomendaron que cada martes la fuera a buscar al colegio y la llevara a clase de música, el anciano abusó de la niña durante el último trimestre de 2013, cuando se quedaban solos en la habitación de los juegos de la casa de la menor, donde pasaban a buscar un violín.
Además, según la sentencia, el condenado también abusó de la niña en alguna ocasión en la que sus padres la llevaron de visita a su casa, situada en L'Hospitalet de Llobregat, en Barcelona, cuando se quedaban a solas en la habitación en la que éste tenía instalado su ordenador.